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Salmo 24: 1 - 6
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1
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Salmo. De David. De Yahveh es la tierra y cuanto hay en ella, el orbe y los que en él habitan;
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2
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que él lo fundó sobre los mares, él lo asentó sobre los ríos.
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3
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¿Quién subirá al monte de Yahveh?, ¿quién podrá estar en su recinto santo?
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4
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El de manos limpias y puro corazón, el que a la vanidad no lleva su alma, ni con engaño jura.
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5
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El logrará la bendición de Yahveh, la justicia del Dios de su salvación.
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6
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Tal es la raza de los que le buscan, los que van tras tu rostro, oh Dios de Jacob.
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Lucas 4: 38 - 44
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38
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Saliendo de la sinagoga, entró en la casa de Simón. La suegra de Simón estaba con mucha fiebre, y le rogaron por ella.
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39
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Inclinándose sobre ella, conminó a la fiebre, y la fiebre la dejó; ella, levantándose al punto, se puso a servirles.
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40
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A la puesta del sol, todos
cuantos tenían enfermos de diversas dolencias se los llevaban; y,
poniendo él las manos sobre cada uno de ellos, los curaba.
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41
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Salían también demonios de
muchos, gritando y diciendo: «Tú eres el Hijo de Dios.» Pero él,
conminaba y no les permitía hablar, porque sabían que él era el Cristo.
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42
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Al hacerse de día, salió y
se fue a un lugar solitario. La gente le andaba buscando y, llegando
donde él, trataban de retenerle para que no les dejara.
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43
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Pero él les dijo: «También a otras ciudades tengo que anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios, porque a esto he sido enviado.»
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44
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E iba predicando por las sinagogas de Judea.
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